Mi mente y la vuelta a los entrenos no se llevan bien.

A pesar de que hace ya un mes que volví a los entrenamientos después del descanso activo, me está costando mucho volver al punto en el que me encontraba. Diversos factores no están ayudando… 

1. La vuelta al cole de mis hijos, que cada vez tienen más deberes, con lo que estoy intentando instaurar unas normas de estudio diario que no siempre están dispuestos a acatar, con amagos de «escaqueo»… Eso hace que el dedicarme tiempo para mí, el gym y los entrenamientos de running sea difícil. Porque no paro de tener esa sensación de autocastigo que nos infringimos las madres, porque el tiempo que nos estamos dedicando se lo deberíamos dedicar a ellos…. Y más cuando llegas y ves que no han hecho todos los deberes, no han recogido su habitación, etc… A los abuelos, encima que se quedan con ellos, no les puedes exigir que controlen que hagan todos los deberes, y ahí es cuando se inicia el autoflagelo y la culpa. «Soy yo la que debería haber estado aquí». Esto hace que encontrar el siguiente día de entreno sea más difícil, porque me siento mal «por no estar», y si finalmente salgo a correr o al gym voy acelerada para acabar rápido, con lo que ni disfruto, ni estoy al 100% por lo que debería estar.

2. El trabajo. Se traduce en estrés. Nunca llego a todo lo que quiero llegar… 

3. La família en general, concretamente los padres. Ya tienen una edad y empiezan a necesitarte y una se preocupa, por lo que añadimos otra cosa más para «darle al coco».

4. El peso. En mi vida me había alimentado mejor que ahora. Llevo una alimentación super saludable, he dejado de beber CocaCola Zero varias veces al día, y ahora sólo bebo 1 ó 2 a la semana, voy a trabajar en bici, … A pesar de ello esta semana he engordado. Tengo la sensación de que mi cuerpo pesa una tonelada. Me veo horrorosa.

5. Estoy teniendo desarreglos menstruales… Supongo que afecta a mi estado de ánimo, a mi peso, a todo….
6. Había conseguido un cierto nivel haciendo pesas. Como ahora sólo puedo ir «de uvas a brevas» he perdido todo lo conseguido.

7. Y la casa, la compra, organización de comidas, cenas, ropa, etc…yo no soy una de esas afortunadas que tiene servicio de limpieza una vez a la semana. Me lo hago yo solita, a veces con la ayuda de mi marido que llega tarde de trabajar y además muchos días tiene que ir a entrenar también al llegar. También trabaja sábados y los festivos que nuestros gobernantes decidieron que se tenía que abrir los comercios para impulsar el consumo y crear puestos de trabajo (dejad que me ría de esto último. Los puestos de trabajo son los mismos, los que pringan son los mismos trabajadores y sus famílias. Viva la conciliación!).

Esto y otras cosas más me están dando el inicio del otoño. Si ya de por sí esta época es un tanto «rara» con estos cambios de temperatura, la caída de las hojas, la vuelta a la rutina, etc…. que encima se te junte con otros factores hacen un cóctel explosivo que hace que  a los «pensadores» como yo todo le resulte más cuesta arriba.

Salir a correr, muchos días, es una carga más que un liberación. Es un «machaque» constante de «no puedo», «no podré con los 20km. de la Behobia», «no sé para qué me machaco tanto», «este entrenamiento no lo voy a acabar», «para qué me esfuerzo tanto si no voy a conseguir avanzar», «debería estar en casa con mis hijos», y un largo etcétera con el que no os quiero aburrir.

Pero hoy he corrido los 70′ que me tocaban. Hasta los casi 40′ no me he sentido del todo cómoda, pero ha sido llegar a este punto y pensar «ahora sí. Ahora lo que me echen» y he conseguido completar mi entreno, cosa que ha subido mi moral y mi autoconfianza…. He ganado a mi mente.

4 pensamientos en “Mi mente y la vuelta a los entrenos no se llevan bien.

  1. La conciliación familiar es imposible hoy en día.
    Yo siempre había ido al gym. Fui durante 18 años hasta que me quedé embarazada. Ahora Adam tiene 8 años y hasta ahora no he vuelto a «entrenar» si se puede llamar así. Sólo aguanto 30 minutos corriendo. Y he vuelto por mi, porque mi mente lo necesita. Con mi trabajo de horario partido no veo a Adam en todo el día, desde los cuatro meses que empèzó la guarde. Siempre he tenido canguro porque los yayas no podían antes y ahora menos con los deberes. Te entiendo perfectamente. Por desgracvia nunca he podido estar ahí con los deberes…y también me siento culpable. Ahora entreno al mediodia…porque el mediodia escolar no coincide con el mediodia labora. La vida es dura. Que le vamos a hacer. ¡Animos!

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    • Sí. Yo antes tenía un negocio y hacía jornada partida. Por suerte podía tener a mis hijos en la tienda mientras fueron pequeñitos. Después me fuí a trabajar por cuenta ajena. Hasta hace poco salía a las 18h. pero ahora salgo a las 17h. y para los deberes es fantástico…para tener tiempo es fantástico… El caso es que no lo tengo. Qué contradicción, no? Y si la pareja tiene un horario aún menos conciliativo pues seguimos en las mismas.
      Tienes razón, la conciliación no existe y creo que aún estamos muuuy lejos.
      Un beso, guapa

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